martes, 26 de mayo de 2009

Ahora que me subo un rato a un trapecio y veo las cosas desde arriba, desde hacer un par de años, meses o días, perdí muchas cosas. Ahora tengo otras nuevas, y algunas viejas que me acompañan desde hace un tiempo. Pero hay algunas, que consideré increibles, se escaparon de mis manos de repente y una parte de mi, y de ellas, entrecierra la puerta por la que podrían volver y se quedan trabadas, en algo frio y distante. Hay tantas personas que me ayudaron a crecer, que se rieron, que se aguantaron, que me empujaron a muchísimas cosas, y ahora verlas, tan lejos, tan distintas, me llena de nudos, de llantos... Soy fuerte, eso lo sé, porque soporto algunas cosas sola, sin molestar a nadie, y ayudando de echo, a algunos otros, pero necesito que alguien venga, que me pregunte si estoy bien, que me abraze, que se preocupe una tarde por mi, por favor...

1 comentario:

Lucía dijo...

te extraño, mañana te secuestro y hablamos. Me qererte meche. JEEEEEEH!
te aaaaamo