jueves, 25 de marzo de 2010



No voy a mentir, últimamente no me siento feliz, tengo un cacho de corazón vacío, y otro estrujado de preocupaciones, prefiero estar sola que acompañada y maldigo la mayoría de días que tengo que ir al colegio a ver montones de personas que no me interesa ver. A veces me duele la garganta quejandose de que hay algo que la apreta y yo lo trago, y me siento y pienso, millones de cosas pienso. Necesito que me abrazen y que me aprieten, y que no me pregunten qué me pasa sino que me hablen y me hagan reir. Necesito cosas que no se piden, y eso es lo más triste, no sé hasta cuando estar así.

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