lunes, 19 de octubre de 2009
Es la historia de dos vivientes que se quisieron ver, y despacio bien despacio pudieron observarse entre los días. Cayeron, como todos, en la densa espuma de lo ordinario y lograron emerger de los obstaculos como reyes eficases. Empezaron riendo y sonriendo juntando vigor y ganas y terminaron de la misma manera, volviendo a empezar. Aunque el gentío no confiaba en sus instintos, cada palabra los convencía de estar juntos un poco más, y así prometieron vivir, debiendose la vida dichosos, para siempre.
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