martes, 16 de septiembre de 2008
Maldito dentista
Salí 17.52 del colegio, y mientras todos estaban divertidos y por irse a la marcha, yo me tomé el 55, que a la hora y pico se llenaba cada vez más de gente y estudiantes de colegio privado, y rumbié para el "ortodoncista" a encontrarme con mi mamá, vale aclarar que no tenia idea donde me bajaba, y apreté el botón cuando supe que estaba por la zona, cosa que parece que hise bien porque me bajé a media cuadra del lugar, y estube un minuto para poder curzar una calle sin semáforo atestada de autos. Me encontré con mi mamá, (después de mi triunfadora cruzada de calle) y una de las primeras cosas de que dijo fué "que feo lo que le hiciste en el brazo a tu hermana e", traté de discutirle que ella me habia pegado primero y que no iba a dejar que le resultara tan fácil pero como indiscutiblemente estaba del lado de mi hermana me fuí a mirar la vereda mientras esperabamos a que bajara la asistente a abrirnos, bajó, subimos por el ascensor, entramos al departamento, había tres personas, me puse a leer, a las 18.50 mi mamá me dijo que se tenia que ir, empezó una discusión sobre quién iba a pedir el turno y si me podia encargar de ir a recitales y salidas... le contesté que no iba a empezar una discución en medio del dentista y seguí la lectura, "Bárbara" llamó la mujer que nos habia echo subir, y entré en la habitación, en el cuartito de al lado mi mamá pagaba y hablaba con ella, yo me acostaba en el sillón celeste de dentista mientras Silvia (la ortodondentista) se lavaba las manos. [Silvia no usa guantes, y eso es algo que me cae bien de ella]. Estaba más cansada y callada que de costumbre, y creo que tenia algún problema con su vida privada porque estaba también más torpe. Después de un mes sin un braket, con una lastimadura profunda adentro de la boca por culpa del alambre más largo de lo que tendria que haber estado, y una semana con otra lastimadura que originaba otro braket (que por lo menos tenia), estaba sentada en ese sillón viendo y sintiendo como la dentista me trataba de meter por una muela que creo, no está del todo crecida, una especie de corona, (no sé como se llama), y después de los tres intentos fallidos terminó poniendome de vuelta un braket como el que se habia salido. Cuando terminó de cambiarme todas las gomitas (sin reparar en que tenia la boca lastimada y me dolian sus movimientos bruscos) y me puso los alambres, me preguntó si mi cepillo era muy duro (yo que sé si mi cepillo es muy duro!) y me dijo que compre uno bien suave y de cabeza chica y empezó a nombrar marcas de cepillos que me recomendaba usar (me las olvidé todas) y me dijo que tenia las ancias muy inflamadas y eso iba a arruinar toda la belleza del tratamiento, asentí un par de veces con la cabeza, y bajé de la silla sillón, la saludé, le dije suerte y salí al cuartito eran las 19.55, arreglé un turno un día cualquiera en cualquier horario solo por irme rápido y no quedarme viendo que días tenia posibles en su agenda, bajamos en el ascensor, me contó del poco tiempo que tenian, me abrió la puerta y me dijo "cuidate mucho e", la saludé sonriendo y miré a la calle y me di cuenta por qué habia dicho eso. Caminé rápido hasta que llegue al village, y pensaba si iba o no a ir caminando a mi casa, (sabia que iba a ir caminando pero me divertia poder pensar en algo), mientras tanto me fijaba si algo del kiosco me tentaba, ya habia decidido ir caminando, en colectivo son tres paradas e igual hubiera tenido que caminar. Iba caminando y nisiquiera tenia ganas de escuchar música, quería llegar, estaba despeinada, tenia frio en la cara y la garganta y una de las pelotitas que tenía en la mochila se me clavaba en la espalda. Caminaba rápido y pensaba - el frio es mental, el frio es...-, ya estaba en Neuquen esperando para cruzar la calle, una madre se paró al lado mio mientras le decia la hija "¡así no va!" y la hija murmuraba algo mientras dejaba de llorar, era evidente que no le habia comprado algo que queria, seguí caminando y estaba en honorio, barajando la idea de comprar algo en un kiosco, pero no sabia que quería comprar, miraba, me daba cuenta de que la calle era mas ancha de lo que veia siempre sin prestar mucha atención, crucé, para pasar a la mano izquierda de la calle, ya estaba cerca, quería estar en mi casa, doblé, la limucina blanca que está a veces en frente al edificio caro de la vuelta de mi casa estaba ahí, miré adentro del edificio, me gusta ver porque tiene piscina y me hace acordar a la casa que está al lado de la casa del amor de mi vida, pero seguí caminando, doblé, estaba en mi pasaje, vi el fitito rojo que a veces está y a veces no está, hoy estaba, subí las escaleras, busqué las llaves (mi papá dice que hay que sacarlas antes de llegar, pero me olvidé de eso), tardé un poco porque el bolsillo chico de mi mochila está llena de cosas, pero las encontré, abrí la reja, se asomó la cabeza de mi hermana, estaba con un amigo, "ps, que bueno", entré y nisiquiera fuí a saludarlos, me peiné un poco en frente del espejo que está al lado de la puerta y me senté en la compu a escribir...
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2 comentarios:
Esta muy piola, vos y tu multiples dones Barbi, me reconntra imagine toda la situación
ti imi
si leí todo con el sueño que tengo, es porque posta tenes un don increíble para escribir.
te amo
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